Saluda del Abad

ABILIO GUERRERO ALLER

Queridos hermanos:

En la última Junta de Gobierno, el Abad saliente me hizo entrega de un sobre que contiene un informe sobre el estado de la Cofradía. En él venía también una nota escrita a mano: “dejo en tus manos lo más importante que tenemos como papones”.

Y me acordé de aquel artículo del PROA de 15 DE MARZO DE 1940 en el que se comentaba las dificultades que había tenido la Cofradía para la organización de la Procesión del Santo Entierro. Y finalizaba el artículo diciendo “Inscribíos en ella vosotras, damas leonesas, para que no desaparezca una institución que sobre todas merece conservarse”.

Hoy ya somos 4123 hermanos. Esto solo puede ser fruto del buen hacer de los Abades y los miembros de las Juntas de Gobierno que me han precedido y del empeño que han puesto en esta Cofradía.

Si nos fijamos en los Abades más emblemáticos que ha tenido la Cofradía, no solo son recordados por su gestión, también por su carisma. Porque ser Abad de una Cofradía no es solo dirigirla, sino que hay que crear una estela de confianza que haga que los hermanos que la conformamos se sientan integrados en ella, que no se sientan ajenos a este gran proyecto que es la Cofradía, y que ese sentido de pertenencia sea un atractivo para sumar a más personas que quieren hacer su Procesión de penitencia. Yo no se si lo conseguiré, pero os aseguro que también será mi empeño.

Y, ahora mismo, nuestro gran proyecto no puede ser otro que el 450 aniversario. Tenemos que saber celebrar adecuadamente la efeméride. Las actividades que se realicen tienen que ir encaminadas a honrar como se merecen a todos los dirigentes que ha tenido la Cofradía, y a todos los hermanos que nos han precedido, y que han hecho que, ahora mismo, estemos en este momento tan dulce. Tenemos que preservar este legado de siglos de las advocaciones de Nuestra Señora de las Angustias y Nuestra Señora de la Soledad. No podemos salirnos de la senda que hace tiempo hemos tomado, aunque esto tampoco debe impedir la innovación y la adaptación a los nuevos tiempos.

Y llega el momento de los agradecimientos.

En primer lugar, a mi familia. Sin el apoyo de la familia nada de esto sería posible. Ellos son los que, muchas veces, sufren nuestro compromiso, y porque muchas veces pensamos que son ellos los obligados con las responsabilidades que nosotros asumimos. Muchas gracias por vuestra ayuda y comprensión.

A la Junta de Gobierno, que ha confiado en mi para esta gran labor. Hemos pasado muy buenos momentos juntos. También hemos pasado momentos de tensión y tristeza. Pero nos esperan unos años muy ilusionantes y debemos afrontarlos con fe y esperanza. Y adaptarnos a los nuevos tiempos y nuevas necesidades, como nuestros antecesores nos enseñaron.

Foto: Miriam Nakagama

Al resto de hermanos y secciones de la cofradía. También os quiero dar las gracias. Sabéis que este proyecto que es la Cofradía sale adelante por que vosotros estáis apoyando y comprometidos con ella. Muchas gracias.

A nuestro Consiliario D. Manuel Flaker. Que además es párroco de la Iglesia del Mercado, nuestra sede, y que organiza la Procesión de la Dolorosa, con la que nuestra Cofradía tiene especial vinculación desde antiguo. Muchas gracias.

A D. Manuel Gutierrez Bandera, muchas gracias por acompañarme en este día tan importante. Vd representa nuestro origen en el Convento de Santo Domingo y nuestra vinculación con la Virgen del Camino

A la cofradía hermana, Dulce Nombre de Jesús Nazareno. Muchas gracias por compartir este momento conmigo.

Al resto de cofradías aquí presentes. Gracias por querer estar hoy aquí.

A las autoridades, civiles y militares. Muchas gracias. Vosotros engrandecéis nuestros actos, y hacéis más solemne esa catequesis en la calle que son nuestras procesiones.

Y muchas gracias a todos aquellos que, sin ser papones, habéis querido compartir conmigo este momento tan importante.

Hno. Abilio Guerrero Aller.
Abad de la Cofradía.

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