En la tarde de ayer tuvimos la suerte de disfrutar de la maravillosa actuación del Mago Zamoclown.
Un rato lleno de ilusión, risas y cómo no, magia, mucha magia. Muchas caras de asombro de grandes y pequeños ante cada gesto y cada detalle que se iba produciendo.
Una forma más de hacer cofradía, de compartir nuestro tiempo y disfrutar de la Navidad.